Pon color a tu comunicacion interna

El discurso

En la comunicación externa o institucional resulta imprescindible que la persona responsable de ejercer de portavoz sepa realizar, diseñar y comunicar el discurso de la empresa.

El portavoz y el discurso de la empresa

El discurso es el mensaje que el portavoz comunica a su auditorio durante una intervención pública. Es el género más completo de la comunicación oral debido al tema que trata, la ocasión en la que se pronuncia, su duración y la influencia que pretende tener sobre el público. Además, es el tipo de comunicación que exige mayor preparación y dominio por parte de quien lo habla.

5 pasos para realizar un buen discurso

La investigadora estadounidense Sara Forsdyke, afirmaba en la revista Muy Interesante que:
El poder del discurso persuasivo no proviene, realmente, de un carisma innato. Por lo tanto, las personas pueden aprender las técnicas del discurso público eficaz que han usado los grandes oradores de la antigüedad clásica y los oradores modernos, desde Winston Churchill a Martin Luther King.
Es por ello que en Talentos Reunidos te ofrecemos 5 sencillos pasos para ayudar al portavoz a realizar un discurso claro y efectivo.

1. Plantear el objetivo del discurso

¿Qué quiero lograr con mi discurso?  Aunque parezca obvio, esta pregunta concisa te ayudará a simplificar las cosas y a definir claramente tu objetivo. Ya que, no será igual un discurso destinado a entretener, a informar, a convencer o a persuadir.
  • Entretener: centrar la información en clave de humor, haciendo referencia a noticias de actualidad, comentarios y reportajes curiosos o insólitos. La narración será tu aliada en este caso.
  • En cambio, si quieres informar, deberás usar un tono más serio que se nutra de datos y referencias actuales. El emisor deberá relacionar las ideas de forma que a un público heterogéneo le resulten fáciles de seguir y recordar. Para ello, nos apoyaremos en ejemplos concretos y datos específicos.
  • El discurso variará si lo que pretendemos es convencer y persuadir, donde lo preciso será argumentar nuestras ideas.
 

2. Elegir un título atractivo e interesante

¿Qué palabra, frase u oración comunicará la idea de manera fácil de entender o despertará curiosidad por mi discurso? Un buen discurso tendrá un título que lo identifique claramente. Por ello, es importante que en una misma frase se concentre la idea principal y el objetivo de la conferencia. Asimismo, si logramos que dicho título tenga gancho, podremos decir que la elección ha sido la acertada. Una sugerencia práctica que indican los expertos es combinar tres elementos: usar la idea central, conectarla con la acción que quieres que los oyentes lleven a cabo y usar un verbo en primera persona del singular. Un ejemplo puede ser: ‘hagamos la paz’, ‘apoyemos la defensa de derechos’ o ‘fortalezcamos la iniciativa privada’.

3. Las primeras palabras como clave del éxito

Con las primeras frases e ideas podrás alcanzar el propósito de captar la atención de tus oyentes, despertar su interés o prepararlos para una larga y aburrida conferencia. Para evitar esto último, te aconsejamos que tengas muy clara la idea que quieres transmitir. Será más fácil si preparas la introducción de la conferencia después de haber redactado el conjunto del texto, puesto que tendrás más claro el resumen de la idea que quieres emitir al público y de los pasos que llevarás a cabo para exponerla. De igual modo, lograrás un mayor impacto si utilizas algunos recursos como los refranes, la exposición de casos de la vida real o la realización de una pregunta interesante que logre despertar la atención del público.

4. Ordena tus ideas de forma clara y concisa

El orden de la exposición de las ideas lo determina la fórmula lógica que utilices. Las fórmulas más utilizadas por los oradores son:
  • De problema a solución.
  • De causas a efectos.
  • Contraste de varias ideas.
  Tú mismo puedes combinar las diferentes fórmulas que existen y crear un estilo propio en el que te sientas seguro y a gusto. En este punto puedes ayudarte de un esquema físico que puedes presentar  en forma de Powerpoint. Sin embargo, no debes dejar que este esquema convierta tu discurso en una conferencia rígida que no de pie a cierta improvisación.

5. Realiza un final que invite a reflexionar

La última parte del discurso se utiliza para pedirle al oyente que piense sobre lo explicado o que haga algo al respecto sobre lo que ha escuchado a lo largo de la conferencia. Puede ser a través de una solicitud y una motivación. No podemos despedirnos sin antes recordarte que un ensayo previo ayuda a corregir errores imprevistos. Puedes ayudarte de una grabadora y un cronómetro, para así examinarte a ti mismo antes de exponerte a un auditorio.

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